Te extraño tanto....
(De cartas a mi madre)
Don´t you remember suena en mis oídos y me
lleva a volar.
A lo lejos el sol me invita a seguirlo
mientras se pone. El dueto entre ambos juega conmigo, roza mi piel e
imperceptible, tu recuerdo viene a mí. Abro los ojos, te busco en todas partes
y te encuentro.
Mi mente parece el flash de una cámara
capturando imágenes, una detrás de otra y así en un tiempo minúsculo en
medición y sin registro en sentimientos descubro tu sonrisa. De todas esas
fotos intangibles elijo una en la que estas
inclinada abrazando con tus manos a un racimo gigante de flores de azalea.
Esa era tu flor preferida, era única entre
todas, a ella la habías visto crecer y le habías dado tu amor transformándola
en la más linda del cantero del patio. Por primera vez El Principito y vos se
parecían, los dos habían logrado hacer “suya” a una flor.
Volví al recuerdo de la foto, la había visto
llena de polvo como escondida en el estante del mueble del comedor de tu casa
donde papa apoya el teléfono. De todas las fotos que tapizan esas paredes esa
es la única que me gustaría eternizar entre las mías. Te ves libre, autentica y
feliz. ¡Estas linda!
Por aquella época tendrías un poco más de mis
años y compartíamos muchas cosas, muchas risas, tal vez el recuerdo de ellas
sea por estos tiempos lo que me ayuda a sanar las heridas de no tenerte, de no
escucharte, de no estrecharte entre mis brazos.
La vida corre vertiginosa. La tristeza y la
alegría parecen ser ahora la cara y el reverso de mi moneda de la ausencia.
(Claudia De Angelis todos los derechos reservados)
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