Tengo ganas de escribir siempre!!!!!!!!!!
No
entendía nada.
Todo
fue silencioso y abrumador al mismo tiempo, la dualidad sin límites...las dos
caras de una misma moneda.
Un
cuento de hadas y una bruja, un ángel y el demonio... todo parecía converger en
un punto.
Era la
sensación más enloquecedora que había podido conocer.
Estaba
feliz y no dejaba de reír. La abracé fuerte, cuando la tuve cerca le dije que
la amaba y puse en su boca entreabierta la última píldora que quedaba entre sus
remedios.
No sé
cuánto duraría aquel efecto, pero logró dormirse.
Me fui
en silencio con el último beso de amor grabado en mis labios.
La
amaba con locura, tal vez con un poco de esa, que ella sabía contagiarme.