lunes, mayo 04, 2015

Algo de mi profesión!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Para reflexionar un rato..... Después del nacimiento de nuestro Bebé somos "Puérperas"

Sobre Puerperio y otras cosas…
Cuando nace un bebé parece claro comprender que todos se entusiasman para ir a verlo, conocerlo, mimarlo, protegerlo, quererlo, en fin, toda la “tribu” celebra el nacimiento de una nueva vida. Esto pasa en la antropología: la llegada de un nuevo bebé supone la garantía de perpetuidad de la especie.
Sin embargo resulta muy interesante leer al puerperio como el período que comienza desde el momento que se produce el nacimiento del Bebé  y hasta los dos o tres primeros años de vida, dejando un poco de lado, al tiempo de cuarenta días o “cuarentena”.
Para reflexionar sobre el “puerperio” debemos basarnos en situaciones que a veces no son tan físicas, ni tan visibles, ni tan concretas, pero no por eso son menos reales. Para comenzar a armar el “rompecabezas” del puerperio es indispensable tener en cuenta que el punto de partida es el parto, es decir, la primera gran desestructuración emocional. Hay “algo” que se quiebra, que se instala como una grieta física y etérea y que permite pasar de ser “uno” a ser “dos”.
Dirigir la mirada hacia la mujer-puérpera es lo que nos interesa, ya que luego del nacimiento esa “madre” es la que acaba de vivir una de las experiencias más agotadoras a nivel físico de su vida y sobre todo una experiencia “emocional” reveladora.
Cuando una mujer transita el puerperio siente las cosas con una sensibilidad especial, es por eso que nuestro trabajo está dirigido a permitir que pueda expresar y compartir con otras mujeres, aquello que le acontece, sintiendo de ese modo que no es la “única” a la que le suceden las cosas. Que las emociones están a flor de piel y que las ganas de contar lo que le pasa, cuando no encuentra un espacio, pueden desbordarla.
De allí nuestra propuesta de trabajo-puerperal.
Porque hemos advertido que es un tiempo necesario y enriquecedor tanto para la mamá y su pareja como para el Bebé.
Porque entender por qué suceden las cosas, nos permite liberar los miedos y los temores.