jueves, julio 09, 2015

Mi Maternidad

" No hacía falta explicar lo que me pasaba.....sólo recorrer el camino hacia atrás escondía las respuestas....
Tenía que detenerme un rato, dejarme estar, fluir, recordar....conectar con aquello que había dejado sobre mi cuerpo una marca indisoluble, perenne, eterna que me acompañaría durante toda la vida...
Había logrado que me habitaras y para mí aquel sueño cumplido era mucho más que eso, era mi deseo desbordado, mis ilusiones multiplicadas, mi sangre en ebullición y mis sentimientos a flor de piel....todos recorriendo los huecos de un cuerpo que cambiaba vertiginosamente adaptandose a tu mundo...conectándonos, uniéndonos milagrosamente...
Crecías y verte en blanco y negro aumentaba mis expectativas...te movías mientras me sentías cantar y hoy la música es tu mejor amiga....
Cuánto aprendí, cuánto aprendimos juntas....tanto que aquellas historias nos siguen emocionando cuando nos abrazamos y ahora tus brazos dan la vuelta por mi cintura.
Estás alta...y te parecés a mí....y estoy orgullosa de eso...shhhhh que nadie se entere, pero me encanta que digan que te parecés a mí....
Sos mi sol eterno, mis fuerzas cuando algo me quiere desvanecer, mis ganas de seguir, mi estímulo, mi risa eterna, mi niña oculta, mi AMOR en el más literal sentido de la palabra...
Sos mi HIJA!!!!!!!!!!!!!!! Y TE AMO!!!!!!!!!!!!
Hace doce años....que no paro de agradecer el poder compartir mis días con VOS!!!!!!!!!!!!!!!!

lunes, mayo 04, 2015

Algo de mi profesión!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Para reflexionar un rato..... Después del nacimiento de nuestro Bebé somos "Puérperas"

Sobre Puerperio y otras cosas…
Cuando nace un bebé parece claro comprender que todos se entusiasman para ir a verlo, conocerlo, mimarlo, protegerlo, quererlo, en fin, toda la “tribu” celebra el nacimiento de una nueva vida. Esto pasa en la antropología: la llegada de un nuevo bebé supone la garantía de perpetuidad de la especie.
Sin embargo resulta muy interesante leer al puerperio como el período que comienza desde el momento que se produce el nacimiento del Bebé  y hasta los dos o tres primeros años de vida, dejando un poco de lado, al tiempo de cuarenta días o “cuarentena”.
Para reflexionar sobre el “puerperio” debemos basarnos en situaciones que a veces no son tan físicas, ni tan visibles, ni tan concretas, pero no por eso son menos reales. Para comenzar a armar el “rompecabezas” del puerperio es indispensable tener en cuenta que el punto de partida es el parto, es decir, la primera gran desestructuración emocional. Hay “algo” que se quiebra, que se instala como una grieta física y etérea y que permite pasar de ser “uno” a ser “dos”.
Dirigir la mirada hacia la mujer-puérpera es lo que nos interesa, ya que luego del nacimiento esa “madre” es la que acaba de vivir una de las experiencias más agotadoras a nivel físico de su vida y sobre todo una experiencia “emocional” reveladora.
Cuando una mujer transita el puerperio siente las cosas con una sensibilidad especial, es por eso que nuestro trabajo está dirigido a permitir que pueda expresar y compartir con otras mujeres, aquello que le acontece, sintiendo de ese modo que no es la “única” a la que le suceden las cosas. Que las emociones están a flor de piel y que las ganas de contar lo que le pasa, cuando no encuentra un espacio, pueden desbordarla.
De allí nuestra propuesta de trabajo-puerperal.
Porque hemos advertido que es un tiempo necesario y enriquecedor tanto para la mamá y su pareja como para el Bebé.
Porque entender por qué suceden las cosas, nos permite liberar los miedos y los temores.




viernes, abril 24, 2015

En éstos días......para vos hija de mi corazón!!!!!!!!!!!!!!!!!!!



A Camila

Para Camila todo era felicidad. Con sus once años se bebía la vida de un sorbo. Se despertaba por las mañanas con su mejor sonrisa. Tomaba la leche comiendo pequeños trozos de bizcochuelo mientras se colgaba de sus sueños. Era simpática y el amor lograba atraparla cuando pensaba en su compañero de clase. Me encantaba verla, acompañarla, ser cómplice de sus sueños. Volver a vivir los míos.
La caminata hacia la escuela era fantástica. Las ruedas de la mochila parecían romperse sobre las calles, ese ruido era la melodía que nos acompañaba y nos distraía mientras hacíamos planes para la salida del colegio.
Un tiempo esperanzador y sin límites. Un retazo de inmenso amor, un  vínculo sutil que florece desde el primer minuto de vida, el oxígeno que te devuelve las ganas de seguir viva para siempre.

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